Ya sabemos que en cualquier tipo de transacción, no hay nada mejor que asegurar el intercambio que habrá de derechos y obligaciones, y así sucedió con Guy Ritchie.
En 2006 firmó un acuerdo para Madonna, donde se estipulaban varias cosas como que se comprometía a dedicar varias horas de la semana para leer la Cábala, también se dice que indicaba el número de veces que tendrían relaciones sexuales y también que estaba prohibido gritarle a Madonna.
Ahora Guy dice que el contrato lo hacía sentirse sumiso y controlado. También sabemos que Guy rechazó los 32 millones de dólares que Madonna le ofreció y ahora ella lo llama material guy porque cree que quiere quitarle mucho dinero.
Claro que son sorprendentes esas peticiones pero hay otros contratos donde indican hasta cuánto pueden pesar las esposas de ciertos faranduleros con mucho dinero, la cantidad de hijos, el sexo, etc. Nos queda claro que en esta vida, hay cosas que pueden dejar de ser espontáneas por el dinero.